* Llevará por nombre “Minerva Bello”, en honor a la madre del normalista de Ayotzinapa desaparecido Everardo Rodríguez Bello, quien murió de cáncer en febrero de este año

Jesús Saavedra

Activistas de Colectivos de Desaparecidos y Víctimas de la Violencia en Guerrero, abrieron en Chilpancingo el Centro de Derechos Humanos de las Víctimas de la Violencia “Minerva Bello” con la intención de dar atención a las familias afectadas, organizarse jurídicamente y tratar de “romper el muro de la impunidad que existe en nuestra entidad”.
Este domingo por la tarde ese Centro fue inaugurado en Villas Adame, al sur de esta ciudad, con la participación de activistas de Colectivos de Chilpancingo, Iguala, Zitlala y Chilapa y de la Sociedad Misionera para Víctimas.
En la inauguración, el director de ese Centro, José Filiberto Velázquez Florencio, dijo que ese lugar tiene “una inspiración cristiana, desde la vocación del evangelio ante las injusticias de este mundo. El centro ofrece tres ejes: sanación con atención integral a las víctimas; educación y formación de las víctimas en sus derechos y organizarse; la defensa jurídica como tercer eje de atención a las familias que acudan a requerir de nuestro apoyo”.
En el acto intervino el obispo, Salvador Rangel, quien dijo que los prelados católicos deben “estar comprometidos con las causas sociales, tenemos que ir a las periferias donde sufre la persona humana, esperemos que funcione este Centro, será para ayuda psicológica y de ayuda a las víctimas”.
Rangel indicó que hay un compromiso para “trabajar en favor de la paz, con atención a las víctimas y los victimarios, a lo mejor no entienden mi actitud las autoridades, si sabemos de dónde viene la fuente de la violencia será muy importante, hay que sanar a las personas, sus heridas, sus secuelas”.
Por ello anunció que se van a abrir dos centros de atención a víctimas, uno en Iguala y otro en Chilapa, “ojalá que pueda realizarse, estamos con ustedes y queremos caminar con ustedes, respetamos creencia e ideología porque los derechos humanos son de todos, es propio de la persona humana, el derecho fundamental es la vida y la tenemos que cuidar, proteger y defender”.
Añadió que en Guerrero se ha violentado mucho la vida, “se ha pecado y son esas llagas que llevamos que no pueden cerrar, en vez que tengamos sanación, con las muertes, secuestros, levantones de cada día, no se acaba, nos tenemos que empoderar de los lugares y las personas”.
Sandra Luz Román Jaimes, del Colectivo de Madres de Iguala, dijo que esperan recibir ayuda psicológica en la búsqueda de fosas clandestinas.
María Guadalupe Rodríguez Narciso, del colectivo de Familiares de Desaparecidos en Chilpancingo, indicó que tuvieron que “unir fuerzas para enfrentar al estado, ya nos han cansado porque buscamos la justicia y nos la niegan, nos patearon, nos insultaron y no pudimos hacer nada, hemos sido vulnerados y se nos han violentado nuestras garantías y derechos humanos, no tenemos derecho a la vida, la seguridad y la integridad”.
Reyna Hernández, del Colectivo de Familiares de Desaparecidos Indígenas, dijo que venía de Zitlala y que trabajan desde hace años para “encontrar a nuestros hijos que no son unos criminales como dice el gobernador, por eso le exigimos una disculpa pública”.
El padre de uno de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Clemente Rodríguez aseveró que son “una familia y estamos aquí por tener un familiar desaparecido o un familiar asesinado”.
El director de Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, hizo un reconocimiento a los padres de las víctimas de la violencia “que están dando la batalla en esta situación tan grave que tiene al estado como uno de los más violentos, donde reina la impunidad, no han encontrado el eco de la autoridad para poder encauzar este clamor de justicia es lo que ha fortalecido en el país la lucha por la verdad y haya una investigación seria”.
Añadió que tienen la “esperanza que este centro va a florecer con la voz de los padres porque nace desde la raíz de este dolor de hombres y mujeres que no han encontrado eco, tienen autoridad moral, y nos da mucha esperanza y que florezca este nuevo movimiento”.
Afirmó que es necesario “romper el muro de la impunidad, resquebrajar la estructura delincuencial y encarar el problema, no puede seguir hablando con tanto cinismo la autoridad, con tanta soberbia, con falta de sensibilidad y entender en qué contexto están desapareciendo los jóvenes, hay un sistema coludido con el crimen y señalan a las víctimas de su propia muerte y tragedia, su pequeñez, mezquindad y colusión hace que siga acorazada la justicia”, finalizó.