* El alcalde de Acapulco consideró que el suyo no es el mismo caso que el de Marco Leyva, quien se vio obligado a pedir licencia para dejar el cargo antes de que el Congreso del Estado lo sancionara

 

* Dijo que las irregularidades detectadas por la AGE en la administración de CAPAMA por casi 200 millones de pesos, están siendo solventadas

 

Jesús Saavedra

El alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, consideró que el juicio de revocación de mandato presentado por dos diputados del PRD contra su homólogo de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, que lo obligó finalmente a solicitar licencia para dejar el cargo, fue por cuestiones políticas y consideró que no hay las mismas condiciones para iniciar un procedimiento similar en su contra.
El primer edil porteño dijo ser “muy respetuoso” de las decisiones del Congreso del Estado, además que aseguró que “siempre he estado bajo el escrutinio de la sociedad, y mi mayor herramienta es el trabajo que ahí está”.
Aseguró que en caso de que se iniciara un juicio de revocación de mandato en su contra sería por cuestiones políticas, “que por supuesto lo repruebo, porque lo que hoy necesita Guerrero es estabilidad, alcaldes fuertes, gobernadores fuertes como el de Guerrero, que fortalezcan el trabajo institucional y la estabilidad”.
El alcalde porteño señaló que el caso de Leyva Mena “es un tema que discutió y generó una ruta legislativa, cosa que no pasa por ningún otro municipio y habría que verlo de esa manera; para mi gusto hay tareas pendientes en la agenda legislativa y bueno esta situación se dio por una emergencia (del problema de la basura) en la capital, que reitero no pasa en otros municipios y al final el alcalde tomó una decisión personal”.
Señaló que la licencia del alcalde “se mira” que fue por motivos políticos, “pero la realidad es que se genera un precedente, no puedo decir si positivo o negativo, pero el pueblo tendrá que definir que exista un esquema de participación ciudadana de plebiscitos y referéndums, o de revocación de mandato de los representantes populares cada año para que podamos hacer una valoración de cómo están las cosas en cada uno de los municipios”.
Consideró que no se debe tomar como acto de intimidación por parte del Poder Legislativo “porque todos estamos en la posibilidad de ser medidos con la misma vara, medidos en todos los niveles desde el presidente de la República, gobernadores y alcaldes, no hay que dejar de trabajar”, porque Guerrero “necesita políticos de primer nivel que tengan trabajo y se esfuercen todos los días, y en el caso de Acapulco es lo que hacemos”.
Cuestionado sobre si la auditoría que se realizó a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (Capama) –que puso al descubierto irregularidades administrativas que representan un daño al erario de casi 200 millones de pesos—, sería el camino para iniciar un procedimiento de revocación de su mandato, el alcalde perredista dijo que “no hay punto de comparación con el caso de Chilpancingo, recibí CAPAMA con 65 por ciento de cobertura de distribución y ahora hay un 78 por ciento, se ha mejorado el servicio a cien colonias, hay 20 colonias nuevas con servicio, encontramos un problema rezagado”.
Añadió que las observaciones que hizo la Auditoría General del Estado “se están solventando, como lo hizo cualquier otra administración. Más bien veo a los adversarios de la administración haciendo su papel”, dijo refiriéndose a los diputados Ricardo Mejía y Samuel Reséndiz, quienes fueron los promotores de esa revisión a las finanzas de ese organismo.
Añadió que no se “va a prestar como alcalde de ninguna manera a un tema de revanchismo, ni tampoco a una condición que se pretenda realizar en Acapulco, que no es de ninguna manera lo mismo que pasa en Chilpancingo”, añadió.