Férrea disciplina tricolor

 

Felipe Victoria

 

A la vieja clase priísta no le cayó bien la aparente imposición de Aurelio Nuño Meyer en primerísimo lugar de los candidateables al 2018, menos aún la de José Antonio Meade Kuribreña con disfraz de “simpatizante”.

Romper candados quitando el requisito de la militancia previa por diez años, activó la alerta, aquel sábado de la Asamblea Nacional  a los selectos asistentes no les quedó más que morderse “uno y la mitad del otro”.

Con obediencia cuasi castrense aprobaron la medida lamiéndose las heridas en privado, pero el ánimo de los seguidores a quienes figuran en la lista de espera no está ni con Meade ni con Nuño

Les brindo un fragmento entrecomillado de la nota publicada por El PAIS, que suscriben Javier de la Fuente y Luis Pablo Beauregard el 21 de agosto con una entrevista al jerarca moral priísta Manlio Fabio Beltrones Rivera:

“Con más de 40 años como militante del PRI, Manlio Fabio Beltrones (Villa de Juárez, Sonora, 1952) es uno de los mayores conocedores de la arena política mexicana. En 2011 exploró la posibilidad de optar a la presidencia, pero cedió ante el hoy mandatario, Enrique Peña Nieto, para no fracturar al partido.

Con las elecciones de julio de 2018 en el horizonte, el expresidente del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) es claro: “No pretendo la candidatura del 2018. Lo que busco es aportar la forma de construir acuerdos para que mi país tenga una nueva y eficaz gobernabilidad”.  El hábil operador político, que renunció a la dirigencia del partido tras el fiasco de las elecciones de gobernadores en 2016, defiende los gobiernos de coalición, una figura permitida por la Constitución desde hace tres años. Esto brindaría al triunfador la posibilidad de formar un gobierno más estable tras una campaña que se promete reñida y que tiene, de momento, como favorito al izquierdista Andrés Manuel López Obrador (Morena). El PRI decidió en su asamblea de la pasada semana abrirse a la posibilidad de presentar un candidato simpatizante del partido. Todas las miradas apuntan ahora al actual secretario de Hacienda, José Antonio Meade.

Pregunta. El PRI ha perdido casi cinco millones de votos, gobernaciones importantes como Nuevo León o Veracruz. ¿Cómo recuperarán poder?

Respuesta. No lo hemos perdido aún. Lo que hay que conservar es seguir siendo el partido más votado. Es importante un PRI que pueda mantener su discurso y la convicción de que lo que ha hecho en los últimos años son reformas tan importantes que han cambiado a México. No solo hay que conservarlas, hay que profundizarlas e ir a un segundo tren de reformas si es necesario. Ese es el gran reto que tiene el PRI.

  1. ¿Hay marcha atrás para que el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, sea el candidato presidencial del PRI?
  2. Tenemos que avanzar en una presidencia compartida y no dividida. Para eso están los gobiernos de coalición. No me atrevería a descartar a nadie, pero esperaría que el proceso interno tenga la dosis necesaria y fundamental de democracia. Eso es lo que a un candidato, simpatizante o militante, le haría suficientemente fuerte en la competencia. Esta no fue una asamblea de partido hecha exclusivamente para postular un candidato, fue para abrir al PRI ante la sociedad pero conservando lo que siempre he demandado: la identidad. Quien desde las simpatías aspire a la candidatura está obligado a identificarse con el partido, no es simplemente que se le apunte para ver si como un simple vehículo lo trasladamos a que sea presidente de la República.
  3. ¿Meade tiene esa identidad?
  4. Tendrá, si quiere ser candidato, que asumirla.
  5. ¿Ha desaparecido el dedazo en el PRI?
  6. Esa práctica es la que más daño nos podría hacer.
  7. Es decir, sigue vigente…
  8. La posibilidad siempre está. En el PRI tenemos una historia que cuando hay un presidente surgido de las filas tiene una gran responsabilidad e influencia en el futuro de las definiciones de las candidaturas. Es inocultable, lo hemos aceptado y hecho público.
  9. ¿Cómo pretenden conservar la unidad de aquí a las elecciones?
  10. Todavía hay quien piensa que dentro del PRI la unidad se consigue a base de pura y total disciplina. Nada más equivocado. Desde sus orígenes, por más fuerte que haya sido la influencia de alguien sobre el partido, la unidad la hemos conseguido con los acuerdos. Lo que me anima mucho, no solo con el PRI, sino con todas las fuerzas, es que coincidamos en que el régimen político está agotado y que, si bien es cierto que superamos el momento del partido hegemónico, en lo que tenemos que avanzar ahora es en una presidencia compartida y no dividida. Para eso están los gobiernos de coalición. Esos gobiernos de coalición nos enseñarán que las elecciones ya no deben volver a ser una síntesis de que el que gana, gana todo y el que pierde, pierde todo y se dedica a fastidiar al que gana, de tal manera que todo se obstruye. En 2006 se realizaron unas de las elecciones más traumáticas que hemos tenido. Felipe Calderón solo superó por medio punto al candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador….”

Manlio Fabio Beltrones Rivera, como sea  firme y disciplinado…