* Ley de cultura

* La era del Pegasus

 

Isaías Alanís

 

Este lunes el Ejecutivo nacional publicó en el Diario Oficial de la Federación, sin ningún evento paralelo, la Ley General de Cultura y Derechos Culturales.

En la actual administración el recorte a cultura ha sido ofensivo para las culturas nacionales. Ante la sorpresa de analistas que le han hecho observaciones bien fundamentadas a sus contenidos, México cuenta con nueva ley.

Y como en este país lo que menos importa es promover la cultura, se aprecia en la nueva ley la participación de la iniciativa privada, que lo que menos les interesa es promover la cultura nacional. Las fundaciones como el ‘Teletón’ son para realizar ingeniería fiscal, es todo.

Correrá a cargo de la Secretaria de Cultura coordinar los lineamientos para una política cultural en el país, celebrar acuerdos con dependencias federales, entidades federativas y los ayuntamientos.

La ley contempla establecer políticas públicas, crear medios institucionales, usar y mantener infraestructura física y aplicar recursos financieros, materiales y humanos para hacer efectivo el ejercicio de los derechos culturales.

La presente Ley entró en vigor el 20 de junio una vez publicada en el Diario Oficial de la Federación.

Lo malo es que a los políticos de todos los partidos no les interesa la cultura, por eso la aprobaron de un solo tirón, salvo honrosas excepciones.

Y como siempre, pese al recorte al presupuesto nacional en cultura que oscila en el orden de un 40 a 45 por ciento, las instituciones culturales sobreviven.

Es el caso de Guerrero, donde se hacen esfuerzos por estirar el presupuesto y hacer un trabajo profesional de fondo en las ocho regiones, la cultura se atiende y va caminando paso a paso con programas exitosos como PaZaporte, que camina, lento pero seguro. El Encuentro Internacional de poetas ‘Avispero’, las escuelas de música, poner orden en las finanzas, festivales, talleres de todo tipo, cursos de capacitación y el viejo sueño que se está gestando: la creación del Centro Estatal de las Artes.

Esperemos que la nueva ley contribuya para que en México se le apueste más a la cultura, estamos creando jóvenes que no leen y niños que se acercan a las drogas y a las armas. Mediante una acción coordinada, cuyo enfoque infunda valores regionales, nacionales y globales a nuestra niñez, porque sin cultura, no hay país.

EL PEGASUS

En la mitología griega Pegaso es un caballo alado. Su nombre en griego es “manantial”, habría nacido en las fuentes del Océano. Otra que germinó del cuello de la Gorgona cuando Perseo la mató. Otra más que brotó en la tierra, fecundado por la sangre derramada de la Gorgona.

Pero al que nos vamos a referir es al ‘Pegasus’, un software creado por la firma Israelí NSO Group para espiar a criminales y terroristas. “El software es un spyware de ‘intercepción legal’ para gobiernos y se infiltra en los teléfonos inteligentes y otros aparatos para monitorear la vida diaria de un delincuente o sospechoso de terrorismo por medio de su celular, a través de llamadas, mensajes de texto, correos electrónicos, contraseñas, contactos y calendarios”. ‘Pegasus’ utiliza el micrófono y la cámara de los teléfonos para realizar vigilancia; convirtiendo el teléfono de la persona espiada en un micrófono oculto.

Según el New York Times ha sido usado por diversas dependencias, entre estas Sedena, PGR y CISEN, que desde 2011 pagaron 80 millones de dólares por el servicio del ‘Pegasus’ y han espiado a periodistas como Carmen Aristegui, a luchadores sociales, dos abogados y al director del Centro Agustín Pro, Mario Patrón, entre otros. Esta medida es totalmente ilegal, pues no se trata de terroristas o malandrines.

Cuando una persona es atacada con ‘Pegasus’, recibe un mensaje SMS en su teléfono, el cual contiene un texto que busca persuadirlo de hacer clic en un enlace infeccioso, haciéndose pasar por una noticia, un aviso o el mensaje de un familiar o amigo.

Si la persona hace clic en el enlace, su móvil recibe inadvertidamente un software que permite al atacante, tener acceso a todos los archivos guardados en el dispositivo, así como controlar la cámara y el micrófono del celular.

En agosto de 2016, investigadores del Citizen Lab de la Universidad de Toronto hicieron pruebas con un iPhone 5 nuevo para comprobar que un software desconocido de ‘Pegasus’ fue implantado en un equipo de Apple.

¿Cuánto gasto el gobierno de México en este malware? Espiar a diez usuarios de teléfono móvil cuesta 650,000 dólares, el costo de instalación es de 500,000 dólares.

Por su parte el New York Times en su nota afirma que lo utilizaron con “gente incomoda para el gobierno”. ‘Pegasus’ también penetra los mensajes de texto, Gmail, WhatsApp, Skype, Facebook, Telegram, etc., y son vulnerables los Iphone y los android. O sea una vez inoculado en un celular, saben todo de la persona vigilada.

El ‘Pegasus’ con alas o sin ellas fue utilizado en forma ilegal por el gobierno de México, para espiar a civiles y debe de dar una respuesta transparente a los mexicanos y no solo al New York Times.

El espionaje a ciudadanos le puede costar a México ser expulsado de la Alianza Internacional para el Gobierno Abierto. Daniel Millán Valencia, director de Medios Internacionales de la Presidencia, llamó a los afectados a poner una denuncia.

La respuesta del vocero presidencial Eduardo Sánchez en su cuenta de twitter es anodina y no esclarece nada.

Otro escándalo le estalló al gobierno mexicano, y habrá que ver cuál será la salida y cómo lo van a manejar, cuando en México el asesinato de periodistas es nota mundial y ahora el espionaje a la vida íntima y profesional de comunicadores, luchadores sociales, miembros de ONG’s es otra mancha más al tigre.

Y de pilón el desacuerdo con Venezuela que nos recuerda aquel “comes y te vas” del “payasito vividor” Fox. La canciller venezolana Delcy Rodríguez llama a los que reciben órdenes de Washington “camada de perritos del imperio”. ¿Esa raza pertenece a la derecha latinoamericana e incluye a la mexicana?