* El gobernador informó que solicitó al fiscal Xavier Olea esclarecer el asesinato del líder perredista Demetrio Saldívar Gómez, además que precisó que la violencia no se originó en su gobierno

 

* Aseguró que ante la inseguridad “no ha sido omiso y no lo será; recibimos grandes problemas y habremos de enfrentarlos con acciones de ese mismo tamaño”, ofreció

 

Gilberto Guzmán

 

Después de expresar su condena por el asesinato del dirigente perredista Demetrio Saldívar Gómez, ocurrido el miércoles pasado en Chilpancingo, el gobernador Héctor Astudillo Flores admitió que la inseguridad que prevalece en Guerrero es un problema que se originó en administraciones anteriores a la suya y que es más complejo de lo que creía al inicio de su gobierno.

En un mensaje a medios que ofreció en Casa Guerrero después de su inmediato regreso de Estados Unidos, donde realizaba labores de promoción turística, el mandatario estatal dijo antes que nada que “quiero expresar a nombre del gobierno del estado, especialmente a nombre del Poder Ejecutivo, mi profundo pesar por el homicidio cometido en contra de Demetrio Saldívar Gómez (…) extiendo mi pésame y solidaridad a toda su familia y a todos sus seres queridos”.

Reiteró que ha solicitado al fiscal Xavier Olea Peláez que movilice todos los recursos de la Fiscalía para conseguir el esclarecimiento de “este artero y abominable crimen” que enluta a Guerrero.

Astudillo Flores precisó que Guerrero vive una etapa de violencia que no comenzó en su administración, sino años atrás, y citó las estadísticas de homicidios dolosos a partir del gobierno anterior.

“En el año 2011 se produjeron 2 mil 158 homicidios dolosos, en el 2012 fueron 2 mil 310, en el 2013 las víctimas alcanzaron la cifra de 2 mil 87, en el 2014 el saldo fue de mil 514, en el 2016 de 2 mil 16, en el 2016 de 2 mil 280 y al primer trimestre del 2017 los homicidios suman 664”, detalló.

Destacó que del 2011 al 2017, en el año 2012 se registró la mayor cifra de homicidios dolosos con 2 mil 310, y con excepción del 2014 se han registrado ligeras variaciones que mantienen una tasa promedio de 2 mil 60 homicidios por año, aunque este año se podrían superar los 2 mil 500 asesinatos si se toma en cuenta que en 3 meses de esta año van 664.

Astudillo Flores argumentó que, basado en esos números, “es evidente que la violencia homicida no ha sido causada por el gobierno a mi cargo, por el contrario, hemos tratado de asumir plenamente la responsabilidad de abatir los niveles delincuenciales, pero debemos de reconocer que a diferencia de administraciones anteriores tenemos un severo acotamiento de los recursos presupuestales”.

Dijo que a pesar de la situación, “hemos tratado de cumplir puntualmente con los compromisos de esta administración”, lo cual se traduce en la atención a la demanda social, la construcción de infraestructura y la recuperación de la gobernabilidad, con el funcionamiento de las instituciones públicas.

“Reconocemos que tenemos un problema grave en materia de seguridad, que afecta al estado y también afecta a los municipios; nuestra Policía Estatal es numéricamente insuficiente, pero el salario que reciben cada uno de sus miembros está por encima del promedio nacional, faltan recursos para un mayor reclutamiento, mejorar las instalaciones y mejorar el equipo”, precisó.

Destacó que desde el inicio de su administración se ha avanzado en la operación de los C-4 instalados en Chilpancingo, Iguala y Acapulco, y se ha capacitado y profesionalizado al personal que los opera, con la valiosa colaboración del Ejército mexicano.

Afirmó que a pesar de las limitaciones presupuestales ya señaladas, “mi gobierno, el Poder Ejecutivo especialmente, hará todo lo necesario para que, como lo ofrecí en mi propuesta electoral, los ciudadanos realicen sus actividades cotidianas protegidas por la ley”.

“Reconozco que el tema de la inseguridad y la violencia, es más complejo de lo que creíamos al inicio del gobierno; si hoy hacemos comentarios de las condiciones en las que se recibió el estado y la administración, es para reafirmar el compromiso con los ciudadanos y que este gobierno no ha sido omiso y no lo será. Recibimos grandes problemas y habremos de enfrentarlos con acciones de ese mismo tamaño”, expresó el gobernador.

También dijo que a pesar de lo indeseable que resulta politizar sucesos como el asesinato de un dirigente político por parte de algunos actores que miran más hacia el interés político y no hacia la corresponsabilidad de gobernar, no caerá “en el debate estéril”.

Y aceptó que “está claro que estoy obligado a ofrecer resultados y no rehuimos del compromiso”.

Héctor Astudillo refrendó su solidaridad con el Partido de la Revolución Democrática, con la familia y amistades de Demetrio Saldívar.

“No estamos para confrontarnos ni para descalificar las legítimas posiciones de quienes cuestionan a mi gobierno; aspiramos a la responsabilidad política, la diversidad no es lucha de enemigos, sino la confrontación civilizada de adversarios”, concluyó.