* El canciller dijo que en la renegociación con el gobierno de Donald Trump se buscará evitar que se apliquen impuestos a los recursos que envían nuestros compatriotas a sus familias

 

Ana Lilia Torres

 

ACAPULCO.— Después de señalar que el problema migratorio no se resolverá sólo con deportaciones, sino incentivando el desarrollo de los países expulsores de migrantes, el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso expresó que en las negociaciones con el gobierno de Estados Unidos se buscará evitar que se apliquen impuestos a las remesas que envían nuestros paisanos a sus familias y que el año pasado alcanzaron los 26 mil millones de dólares.

El canciller mexicano destacó que México se ha convertido en zona de tránsito de migrantes de Centroamérica y por tanto los gobiernos de esos países deben invertir para generar condiciones de bienestar que permitan reducir el flujo de personas que buscan ingresar ilegalmente a Estados Unidos.

Durante su participación en los trabajos de la 80 Convención Nacional Bancaria “El dilema global: liberalismo vs populismo”, que se celebra en Acapulco, el canciller resaltó que México enfrenta un hecho inédito, ya que la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos ha significado para nuestro país sentirse agraviado, por el trato recibido.

También ha generado incertidumbre en los mercados financieros y de la situación de los 5.5 millones de mexicanos que están en EU sin documentos, pero que contribuyen a la economía de esa nación vecina, por lo que consideró importante llegar a buenos acuerdos bilaterales.

Al mismo tiempo, afirmó que el gobierno de México no tolerará violaciones a los derechos humanos de connacionales por la política anti migratoria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

En el tema del problema migratorio, dijo que este fenómeno ha cambiado, ya que son más los centroamericanos que ingresan por territorio mexicano a Estados Unidos, que los propios connacionales.

Son 400 mil centroamericanos los que cruzan la frontera al año, convirtiendo a México en un país de tránsito y es un hecho que para lograr una solución de fondo, “no podemos ignorar la realidad, tenemos que invertir en el desarrollo de esos pueblos hermanos, porque atender únicamente el tema migratorio no detendrá el flujo de personas hacia Estados Unidos”, advirtió.

Se pronunció porque en las negociaciones entre los gobiernos norteamericano y mexicano debe procurarse que las remesas que ingresan a nuestro país no se vean afectadas con impuestos, en virtud de que ascienden a 26 mil millones de dólares los ingresos a México por este concepto y llegan mayoritariamente a familias de bajos recursos.

Señaló que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) debe garantizar que siga siendo de libre comercio y que haya beneficios para todos los socios comerciales, principalmente cuidando que se conserven las inversiones.

Videgaray Caso resaltó que el gobierno de Enrique Peña Nieto tiene claro que los acuerdos con el gobierno de Estados Unidos deben hacerse a partir del convencimiento de que México es importante para el vecino país, en materia económica y de seguridad.

“Hoy en México hay un agravio, y esto es algo que sólo superaremos con los hechos, más que con los dichos. Tenemos que trabajar para que en la relación ganemos todos y superemos los agravios a partir de los buenos acuerdos y las buenas acciones”, dijo el canciller.

Pero advirtió que por parte del gobierno de México “no vamos a aceptar la disposición extraterritorial en disposiciones domésticas. No vamos a recibir migrantes que no sean mexicanos. Una línea que no estamos dispuestos a tolerar es el que no se respeten los derechos fundamentales de los mexicanos”.

Consideró que en el tema del crimen organizado, Estados Unidos tiene que asumir su responsabilidad en el problema, atendiendo el creciente consumo de drogas y detener los flujos ilegales de armas y dinero en efectivo a nuestro país, ya que el 94 por ciento de las armas que llegan a México cruzan por la frontera con EEUU.