* Luego de la ejecución de Julio Alarcón en el mercado de San Francisco de esta ciudad, quien era chofer y mando comunitario en Petaquillas, sus compañeros llevaron a cabo bloqueos carreteros y protagonizaron un tiroteo en dicha comunidad, donde al parecer detuvieron a por lo menos cuatro implicados en el homicidio

 

Redacción

 

El asesinato de un comandante de la Policía Comunitaria del FUSDEG ayer al mediodía en el mercado de San Francisco de esta ciudad, derivó en el bloqueo intermitente a la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, balaceras y persecuciones en la localidad de Petaquillas que dejaron como saldo una mujer herida, así como la detención y presunta tortura de cuatro hombres.

El transportista y comunitario del FUSDEG, Julio Alarcón Astudillo, fue asesinado dentro de la urvan número 24 de la ruta Chilpancingo-Petaquillas, en el estacionamiento del mercado de San Francisco de esta capital.

Ante este crimen, los compañeros de Julio Alarcón reaccionaron y alrededor las dos de la tarde, un grupo de simpatizantes e integrantes del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), bloquearon la carretera federal a la altura de la comunidad de Ocotito.

Una hora después, los seguidores del FUSDEG de Petaquillas bloquearon la carretera a la altura de la colonia Magisterial, bajo el puente peatonal que se encuentra antes de llegar a la entrada de Petaquillas.

El primer funcionario en llegar al lugar para tratar de negociar con los manifestantes la liberación de la vía de comunicación fue el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Ramón Navarrete Magdaleno.

La condición que pusieron los manifestantes fue una reunión con el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Javier Olea Peláez.

Su intención, indicaron, era que el fiscal les informara las líneas de investigación y además tuvieran la oportunidad de presentarle pruebas y señalamientos directos contra las personas a las que consideraban responsables del homicidio.

El ombudsman estatal se comunicó con Olea Peláez para hacerle el planteamiento, pero no se pudo confirmar si la reunión se realizó.

Desde las 3 de la tarde, varios grupos de la policía comunitaria del FUSDEG se dieron a la tarea de buscar al comisario municipal de Petaquillas, Mario Flores, con la intención de detenerlo, pues lo responsabilizaron del homicidio de Julio Alarcón Astudillo.

Esta búsqueda derivó en al menos una persecución que terminó en balacera en el barrio de San Agustín, de la que resultó herida la señora Etelberta Bautista Parra, de 79 años, quien recibió el impacto de una bala perdida.

Una ambulancia de Protección Civil Estatal acudió para prestar auxilio a la mujer, sin embargo, tuvo complicaciones para llegar al lugar debido al bloqueo y posteriormente, a pesar de la urgencia, tuvo que ser sometida a revisión por los seguidores del FUSDEG para constatar que nadie fuera oculto en su interior.

Posteriormente se tuvo conocimiento de la detención de cuatro personas por parte del FUSDEG, a quienes responsabilizaron por el homicidio del transportista y comandante Julio Alarcón Astudillo.

Tres de los detenidos fueron identificados como Moisés Carbajal Jiménez, Jorgino Santos y Rolando Ortega, así como el hijo de este último. En un principio trascendió que fueron llevados a la localidad de Ocotito y entregados al coordinador de seguridad del FUSDEG Salvador Alanís, pero después se tuvo conocimiento de que permanecían retenidos en la comisaría municipal de Petaquillas.

Según testigos, los detenidos fueron golpeados por los dirigentes del FUSDEG “hasta casi matarlos”.

El consejero Marcos Godínez Jiménez incluso amenazó con quemarlos vivos antes que entregarlos a las autoridades.

Mientras tanto, el bloqueo a la carretera federal comenzaba a generar tensión entre los automovilistas y los manifestantes, por lo que estos últimos optaron por liberar la vía de manera intermitente.

Incluso hubo momentos en que los comunitarios corrieron armados con dirección hacia Chilpancingo, entre los vehículos varados en la carretera federal, lo que causó temor entre los automovilistas que temían la posibilidad de un enfrentamiento.

En sus pancartas, los manifestantes exigían justicia para su compañero asesinado, así como la detención del comisario Mario Flores, a quien acusaron de tener vínculos con la delincuencia organizada.

Cerca de las 9 de la noche, el consejero Godínez Jiménez anunció a través de un altavoz que no había acuerdos y que el bloqueo se mantendría.

Sin embargo, la circulación se abrió poco después de las 10 de la noche y los manifestantes regresaron a la comunidad de Petaquillas. Se desconoce el destino de los cuatro hombres retenidos por el FUSDEG.