* PRD mueve los hilos de protestas de empleados del Ayuntamiento; conflicto contra alcalde Leyva sólo busca desprestigio, pero afecta a la población

 

Jorge Romero

 

Los continuos paros de labores y protestas que durante los últimos meses ha llevado a cabo una fracción del Sindicato Independiente de Trabajadores del Ayuntamiento de Chilpancingo, responden a un plan de desestabilización política en contra del presidente municipal, Marco Antonio Leyva.

Las protestas se llevan a cabo sin importar que el gobierno de Leyva Mena ha satisfecho todas las demandas de los auténticos empleados, incluyendo tanto a los sindicalizados como a los extraordinarios, con aumentos salariales históricos de casi el 20% con impacto retroactivo y a prestaciones como el aguinaldo. Pero el movimiento artificial de protesta sigue, aunque en los hechos sólo participa una minoría de los trabajadores –unos 70 de un total de 400 empleados registrados-.

Y todo porque el interés del dirigente sindical, Domingo Salgado radica en obtener beneficios ilegales y responder a sus patrocinadores del PRD creando un conflicto innecesario, pero de interés político-electoral. Porque en negociaciones secretas, Domingo Salgado ha pedido dinero a manos llenas. Primero pidió un millón de pesos en efectivo para detener las protestas, pero en la medida en que pasa el tiempo y sigue multiplicando sus movilizaciones en las calles de la capital, su exigencia se triplicó.

Pero como el ayuntamiento no está dispuesto a pagarle esa suma, el dirigente amenazó con iniciar hoy mismo una huelga de hambre –lleva dos que no ha cumplido-  y una marcha para demandar la revocación del mandato del alcalde Marco Leyva, demanda para la que no tiene razón ni base legal.