* Monseñor Carlos Garfias advirtió que los casos como el de los desmembrados en Chilpancingo, pueden hacer crecer el miedo de la población e imposibilitar la vida cotidiana

 

Ana Lilia Torres

 

ACAPULCO.— El arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos pidió a las autoridades que investiguen los casos de violencia, como el hallazgo de cuerpos desmembrados cerca del palacio de gobierno y la zona militar en Chilpancingo, porque de lo contrario pueden generar mayor psicosis en la sociedad.

“El tema de la violencia seguirá siendo lamentable, creo que es un riesgo de que se genere más psicosis colectiva comunitaria y que en un momento dado crezca el miedo e imposibilite la vida cotidiana”, advirtió.

En conferencia de prensa, el prelado católico consideró importante tener información precisa de los casos de violencia, como los 3 cuerpos que aparecieron desmembrados en Chilpancingo, a unos cuantos metros del acceso al palacio de gobierno y cerca de la 35 Zona Militar.

“Sería bueno saber de qué se trata y conocer lo que está pasando, porque dejarlo simplemente a que aparecen unos cuerpos descuartizados genera mucho daño en la sociedad”, manifestó monseñor Garfias Merlos.

Pidió que se hagan las investigaciones que arrojen datos precisos sobre estos hechos y volvió a insistir en su llamado a los delincuentes que generan violencia a hacer conciencia del daño que causan a la sociedad.

“Es importante que tengamos respuestas y que las investigaciones que se hagan den la información pertinente para saber qué es lo que ha pasado en cada caso”, reiteró el clérigo.

Garfias Merlos se refirió al caso del joven que fue asesinado dentro de una parroquia la semana pasada en este puerto, cuando unos hombres lo iban persiguiendo y él en su desesperación buscó refugio en el templo, y precisó que no hubo ninguna relación en ese ataque con la institución religiosa.

En su exposición sobre el tema de la violencia, señaló que la Iglesia Católica brinda atención a dos grupos de víctimas, los que sufren delitos como daño físico, emocional o financiero, y por otro lado las víctimas de abuso de poder, es decir quienes sufren por acciones u omisiones.

También está el caso de los desaparecidos y víctimas que son afectadas por este tipo de hechos, como los familiares y personas cercanas que pueden sufrir acoso, amenazas y violaciones a sus derechos humanos.

“Hacemos un llamado a los gobiernos, al estado y a la sociedad a fin de apoyar todas las acciones de mutua ayuda y aprendizaje, incluida la organización de las familias para que las víctimas promueva su bienestar y lazos con la comunidad”, dijo.

El clérigo añadió que las víctimas, sean inocentes o culpables, incluso criminales, necesitan ser atendidas, porque una persona agraviada sin atención puede convertirse en victimaria, si no se le ayuda a encauzar su dolor.

“En la iniciativa ciudadana Guerrero es primero creemos que es necesaria la atención integral a víctimas, pero también políticas públicas que permitan procesos de reparación colectiva que garanticen condiciones de vida digna”, finalizó.