*A partir de este sábado será uno de los 8 participantes en una serie de televisión en el canal Discovery Home&Health

 

 

 

Alondra García

 

Vivir es como hornear un pastel: Cuanto mejores son los ingredientes, más dulce es el resultado. El chilpancingueño Julio César Rentaría lo sabe muy bien y por eso pone su vida en cada pastel que hornea.

Cuando tenía 16 años, mientras horneaba bolillos en una panadería tradicional, descubrió que ahí dentro se cocinaba la felicidad.

Nueve años después, se convirtió en el orgulloso representante de México en El Desafío de Buddy Latinoamérica, una serie de televisión de Discovery Home & Health.

En entrevista con El Sol de Chilpancingo, Julio César Rentería nos habló sobre este nuevo reto y sobre la importancia de poner en alto el nombre de la capital guerrerense.

¿En qué momento y cómo fue que decidiste dedicarte a la pastelería?, le pregunto vía telefónica.

-Comencé realmente en una panadería y ahí me inicié en este mundo dulce. Fue a los 16 años, después decidí estudiar gastronomía y la verdad no me gustó mucho, responde con voz alegre al otro lado de la línea.

-Creo mucho en hacer lo que más te gusta en la vida, lo que disfrutas, comenta sin dejar de reír.

Ese fue el motivo por el que dejó la carrera de gastronomía. Le gustaban los hornos y se dio cuenta que a eso debía dedicar su vida.

-Al final mi trabajo es un servicio a la gente y a mí me encanta servir, entregar felicidad.

Quizá por eso sus pasteles son una obra de arte. Sus cuentas de Facebook e Instagram están llenas de fotografías en las que muestra sus creaciones, verdaderas obras de arte que, según él mismo comentó en una publicación, se inspiran en la naturaleza.

Motivos florales de máximo realismo, ondas suaves, trazos arriesgados. Todo en una perfecta y hermosa sincronía.

-¿Crees que vivir es como hornear un pastel?, le pregunto y suelta una carcajada que resuena en la bocina del teléfono.

-¡Me gustó tu pregunta!, responde entusiasta. ¡Claro que sí!, cuando eres joven te preparas, es como elegir bien el glass, los ingredientes, las bases. Son como las lecciones que te pasan, son malas y buenas experiencias. Vas creciendo hasta llegar al punto de la decoración.

-¿En qué parte te encuentras en el proceso de elaboración de este pastel que es tu vida?, le pregunto y vuelve a reír.

-Estoy en la parte del relleno, formando el pastel. Esa es la parte más deliciosa, responde entre risas.

Julio César Rentería es un joven entusiasta y emprendedor. Propietario de la pastelería El Rincón Dulce, en Chilpancingo. Asegura que la parte favorita de su trabajo es cuando entrega el pastel a sus clientes.

-Es entonces que te das cuenta de que ha valido la pena, cuando el cliente lo ve y dice waaao.

Incluso presume que, muchas veces, sus clientes no creen que esas hermosas obras de arte que les entrega sean un pastel.

Este sábado 12 de marzo a las nueve de la noche se estrenará la tercera temporada de El Desafío de Buddy Latinoamérica en Discovery Home&Health.
En la serie participarán ocho concursantes de México, Brasil, Argentina y Colombia, quienes pondrán a prueba sus habilidades reposteras, enfrentarán diversos retos y serán evaluados por expertos en la materia, quienes decidirán cuál es el mejor pastel.

Julio César es uno de los dos concursantes mexicanos y se reconoce como un orgulloso chilpancingueño.

-Me siento capaz y estoy confiado. Sé que puedo, afirma, convencido de su talento. Sin embargo, reconoce que la competencia será difícil.

En estos días previos a la competencia ha recibido cientos de mensajes de sus alumnos de repostería y de sus familiares y amigos.

-Los leo todos. Son muchos, sería difícil elegir un favorito. Mis alumnos me escriben ‘profe es un orgullo que usted esté ahí’, eso me llena el corazón.

¿Cómo te sientes de representar a México y de llevar el nombre de Chilpancingo a ese nivel?

-Es un gran orgullo, estoy muy contento de representar a México, de representar a Chilpancingo, de demostrar que en nuestro estado hay más cosas de las que realmente se habla ahora.

Uno de sus mayores orgullos, dice, es reconocer que empezó desde una humilde panadería tradicional horneando bolillos.

-Es importante que la gente crea en sí misma, quiero demostrar que sí se puede, afirma convencido y orgulloso. Siempre optimista.

El joven chilpancingueño afirma que dará su mayor esfuerzo y que al regresar a su Rincón Dulce, en esta capital guerrerense, seguirá creciendo e innovando.