Descalabro de Víctor Bravo

 

Por Chanssonier

 

Concluidos los trabajos del Congreso de Chilpancingo, llamado últimamente de Anáhuac, así como el decreto de independencia, el cura don José María Morelos, con los integrantes de aquél cuerpo y las tropas insurgentes, el antiguo cura de Caracuaro ordenó a sus subalternos salir de la ciudad, ante el amagos de tropas realistas de apoderarse del archivo de los libertadores, ordenando el jefe de los insurrectos marchar con destino a Tlacotepec, para preservar tan valiosa documentación.

La disposición del señor Morelos era que el archivo, fuera trasladado por don Víctor Bravo a Tehuacán para su conservación. El gobierno virreinal cuyos espías conocían lo que se tramaba, comisionó a Gabriel de Armijo, uno de los más encarnizados realistas de quienes peleaban por la libertad de su patria, para que se apoderara de tan valiosa carga. Fue así que el 21 de enero de 1814 pretendió cumplir las órdenes de las que era portador, iniciándose la batalla en el río Mezcala, en las cercanías del poblado de tal nombre.

La lucha fue feroz; el bando realista pretendió arrebatarles el archivo a quienes lo llevaban, en tanto los portadores luchador con denuedo para conservarlo. Desgraciadamente los soldados de Armijo lograron apoderarse de parte del archivo, en tanto don Víctor Bravo y sus gentes peleaban con denuedo para su conservación.

Despojados de parte de esa valiosa documentación, Bravo y un puñado de sus leales seguidores, continuaron su jornada hasta Tehuacán, en donde hicieron entrega de su valiosa carga, al jefe insurgente Manuel Mier y Terán.

Don Víctor Bravo de la Cámara fue hermano de don Leonardo y tío de don Nicolás; la familia era dueña de la hacienda de Chichihualco, en donde primero la entrevistó don Hermenegildo Galeana y enseguida el cura Morelos, quienes el 3 de mayo de 1811 los invitaron a sumarse a la lucha armada, alistándose todos los integrantes de la familia, para el logro de la ansiada libertad.

Don Víctor según diversos historiadores, nació en esta ciudad en 1777 habiendo fallecido en la misma en 1844 de muerte natural., ostentando en grado de general. Aquí se le dio sepultura en el atrio de la iglesia de la Asunción, perdiéndose sus restos al desaparecer el cementerio del atrio de ese sacro lugar.

 

Añoranzas de un cine

 

El cine ha sido uno de los más agradables pasatiempos; sin él la vida sería monótona. Más  adelante la televisión nos ha permitido mirar películas, de todo género sin tener que salir del hogar. Ahora que por cuestiones de edad me es difícil asistir a una sala, o bien alquilo una película, o simplemente escojo en la tele lo que más me divierte.

En 1933 este lugar tuvo su primera sala formal, tratándose del cine Guerrero, el que se encontraba en el número 21 de la calle del mismo nombre.

El local se vio precisado a cerrar sus puertas, al empezar a funcionar el Cine del Pueblo, cuya vida fue efímera; enseguida vino el Cine Colonial, el que luego de muchos años se miró precisado a cerrar sus puertas. Hasta no hace muchos años funcionaron pequeñas salas en la Comercial Mexicana. Actualmente solo las que forman parte de un complejo comercial al sur de la población.

Actualmente no se filman películas de vaqueros, gángsters y musicales; hoy lo que impera son filmaciones que hacen apología a la violencia.